La vi, no quise decir nada, no quería darle importancia, no quería sentir nada, era algo que quería permaneciera sin más nada. Su saludo, fue como una bofetada, un grito de reacciona, pero ese paso llevo a una platica bastante boba e inmadura por ambos algo que sin duda dejaría sacar nuestros más bajos enojos, así es, aquella por la que tanto esperaba, poco a poco saca a relucir lo que es, lo que quiere, lo que no es y a la vez es tanto.
Soberbia, inmadura, pero con ese espíritu que la mantiene en mi mente, alguien me dijo por ahí, se convierte en obsesión y no como enamoramiento, y es que debo admitir que pensé eras para mí, pero prefiero probar otra cosa, con alguien que no seas tú, alguien que tenga claro que quiere dar y recibir, alguien que me haga sentir lo que tu ya no logras exaltar en mi más profundo ser, algo que jamás podrá ser y que sólo quedará como un viejo papel en el cajón más viejo del recuerdo.
