jueves, 23 de diciembre de 2010

Noches...

Noches que sin duda alguna desearía estar durmiendo en vez de escribir unas cuantas líneas, pero he descubierto que la actividad de andar por la calle, distraerme y platicar ayuda a tener un mejor sueño. El martes salí con una amiga, platicamos, tomamos café, un cigarro, el cantar de los pájaros, la gente, las miradas, todo hace que mi mente y cuerpo se sientan bien, llegué a casa, encendí la televisión, me cubrí con una manta y quedé entregado a un sueño profundo; mis ojos despiertan, observo el reloj y casi la 1 esta por comenzar. Noches en las que no despierto para nada, que quisiera vivir más, disfrutar, pero si eso pasará, no podría entregar estas líneas que me dejan recordar por las mañanas lo grandiosa que es mi mente al viajar por mi recámara a media luz, recordando lo maravilloso de mis días y mis noches sin dormir para plasmar esos momentos que no podré olvidar.

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